Monday, October 25, 2010

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Más fotos de Hoi An.

La famosa "China Beach"




Foto por Martin.
Por Martin.

Un pintoresco lugar al que fuimos a almorzar.

Saturday, October 23, 2010

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Estamos en Hoi An, un hermoso pueblo practicamente en el centro de Vietnam. Esta ciudad está conformada por pequeñas callecitas, edificios coloniales y un río que le da magia al lugar. Por la noche muchas lámparas orientales iluminan la ciudad y salir a caminar por ese laberinto de callejones es una experiencia inolvidable. Otra cosa que hace famoso a Hoi An, son los cientos de casas de satres y modistas que abundan en todas las calles, en una cuadra se pueden pasar de 4 a 6 tienda,s por lo tanto es algo típico confeccionarse desde vestidos hasta botas de cuero. Para Martín fue algo sin importancia, pero para mi en cierto sentido fue la muerte y tuve que controlarme para no gastar mis ahorros acá. Las modistas te hacen lo que se te ocurra con la tela que eligas en cuestiones de horas, elegís el modelo, la tela, te sacan las medidas, al otro día vas, te probas, te ajustan y te fuiste feliz de la vida. Vamos, el paraíso para todas aquellas que somos locas por la ropa y los zapatos.
Como siempre, en estos pequeños pueblos, es bueno alquilarse una moto o unas bicis para salir a recorrer, acá optamos por la querida bicicleta y un día de mucho calor (como siempre) decidimos ir a la famosa "China Beach" (a la que iban los soldados americanos durante la guerra) la cual queda a 4 km de aquí, cuando estábamos llegando, muertos de calor, nos para un tipo y nos dice que le debíamos dejar las bicis a él (y pagarle, claro) antes de pasar a la calle de la rambla, por supuesto que no le creímos nada (algo feo de Asia es que los lugareños siempre tratan de cagar a los turistas, lo único que les interesa es la plata, no está bueno porque a veces uno con algo de ingenuidad termina sintiéndose un pelotudo, pero es así, lamentablemente ellos te quieren cobrar hasta por sacarles una foto), el tema fue que nos calentamos y nos dimos la vuelta para pensar que hacer bajo la sombra de un árbol, en una vimos que el hombre se había ido y arrancamos rápido en las bicis y seguimos de largo. Por fin pudimos ver la playa!, pero nos encontramos con que no se podía bañar y que tampoco te dejaban dejar las bicis en la vereda, así que enojados nos dimos la vuelta y nos vinimos a bañar a la piscina del hotel. Así es acá, hay que aprender a lidiar con estos asiáticos, una anécdota más para contar.
Van algunas fotos.

Son, un lindo lugar al que paramos a tomar algo.
Hoi An a la noche.
Así son los bares de Hoi An.
SU atardecer.






Las casas de ropa, por todas las cuadras, por toda la ciudad.
También de zapatos.
No podía fallar, tenía que vivir la experiencia.


Wednesday, October 20, 2010

Llegamos a Hué, una ciudad chiquita, ni muy linda ni con mucho para ver. Este lugar es conocido por poseer la famosa “Ciudad Imperial”, en donde hace cientos de años vivieron varios emperadores, por lo tanto, una parte de la ciudad es un museo viviente, esto y algunas pagodas que están por los alrededores, es lo que tiene para visitar este lugar.
La Ciudad Imperial está venida a menos, cuando entramos pudimos ver muchos vietnamitas trabajando sobre las pinturas, las paredes y los jardines del lugar, hace pocos años fue reconocida por la UNESCO, por eso es que aún se encuentra en precarias condiciones, de todas maneras es un lugar con mucha historia y es interesante ver como, a pesar de los años, el lugar se sigue manteniendo. Según cuentan, la Ciudad Imperial, es muy parecida a la Ciudad Prohibida de Pekín, pero más pequeña.

En cada sitio que paramos conocemos gente de diferentes lugares y esa siempre es la parte más linda, aquí conocimos un español muy buena onda, dos chicas noruegas, un americano y una pareja de ingleses, todos muy borrachines, acá los turistas lo que más hacen es beber.
Que en Uruguay se toma mucho alcohol?, con la gente que hemos conocido en este viaje nos dimos cuenta que es mentira…jaja.


Esto es Vietnam.

Págoda

Muy gracioso el señor, caminando desclazo, con casco y una caña con un pajarito colgando.

La entrada a la Ciudad Imperial.
Muchos peces Koi, les estaban tirando comida por eso tienen la boca tan abierta.

Trabaja y trabaja la moreneada.


Meta lijar los morenos.
Flamea la bandera de Vietnam.
El tráfico.

Thursday, October 14, 2010

7

Desde Ho Chi Minh nos tomamos un bus que nos trajo hasta Muine, una playa vietnamita. El lugar es muy lindo, todavía mantiene esa cosa de pueblo pero parece que en unos años ya va a estar repleto de grandes hoteles y restors.
Nosotros nos estamos quedando en unas casitas a pocos metros de la playa y con piscina por 10 dólares los dos, el tema es que estamos en temporada de lluvias pero igual hemos rescatado algunos días con sol y calor acá hace siempre, así que nos hemos podido bañar en esta parte del Océano Pacífico llamado Mar de China. La playa es famosa para hacer kitsurf y windsurf por los vientos que corren así como también para comer ricos frutos de mar, ya que es un pueblo pesquero.
Ayer alquilamos una moto y recorrimos un poco el lugar. En Vietnam, la moto, es el principal medio de transporte, ellos andan como locos, se pasan unos a otros por cualquier lado y van todo el tiempo tocando bocina (más que nada los buses que tienen que abrirse camino entre muchos vietnamitas motorizados). Lo más común es verlos con cascos, tapaboca y pilots…es muy gracioso, andan todos tapados, yo le digo a Martín que acá está lleno de Michael Jacksons porque hasta en la playa andan con gorros y tapaboca, todavía no entendemos la razón.
Para alquilar una moto no es necesario hacer nada ya que ellos mismos al verte caminando por la vereda, paran y te la ofrecen por 7 u 8 dólares durante 24 horas, nosotros se la alquilamos a un amigo de la dueña del lugar en donde nos estamos quedando.
Otro cuento gracioso es que como acá hablan re poco inglés, lo más común es entenderse con señas y onomatopeyas. En frente a estas casitas hay un quiosco al que hemos ido bastante seguido y como hay cosas que no sabemos lo que son, tenemos que preguntar, el tema es que esta señora solo nos contesta: “yes, ñam, ñam”, así que compramos solo sabiendo que el contenido del paquete se come, pero hasta probarlo, no tenemos idea de que es, por suerte vienen siendo cosas ricas y ahora no podemos evitar reírnos cada vez que vamos a comprar algo, Martín directamente le dice: “something to ñam, ñam”…jaja, una ídola la señora.

Mañana nos vamos para Hue, que es la ciudad más al norte que vamos a conocer de Vietnam, luego bajaremos unos kilómetros e iremos a Hoi an, la última ciudad vietnamita de nuestro recorrido (hemos cancelado llegar hasta el norte porque no nos queremos pasar arriba de un bus, los trayectos son largos y cansadores). Para mañana nos esperan unas 24 horitas en un sleeping bus, con varias paradas de una hora para descansar un poco la mente y el cuerpo.
Van fotos.

La casita.
La piscina y en frente, la playa.
Mujer vietnamita.

El conductor.
Los niños saliendo de la escuela, parecen sacados de un dibujito.
Con las comidas nos castigamos lindo.
Mi plato, langostinos al ajillo.
El de Martín era un pescado a la plancha.
Tiger, la cerveza vietnamita, y un muy rico trago: passion fruit, limón, azucar y vodka, en un resto pub de un frances buena onda.

Esta la pudo rescatar Martín, acá ven a los "michael" vietnamitas, tienen un trauma por andar todos tapados.

Wednesday, October 13, 2010

6

La llegada a Ho Chi Minh fue todo un tema. Salimos desde Kep, Camboya, a las 7.30, ahí una camioneta nos llevó hasta la frontera con Vietnam, desde allí dos motos, conducidas por unos campesinos camboyanos, nos trasladaron hasta una mini terminal de buses en el medio de la nada, cuando nos bajamos de las motos los muy atrevidos nos querían cobrar 3 dólares a cada uno cuando ya habíamos arreglado todo con la mujer de la agencia en Kep, por supuesto que no les dimos ni bola y tampoco ni un mango, acá tratan de ganarte en todo, son tremendos vivos.
Luego de las motos nos subimos a otra camioneta, esta nos trasladaría hasta Ho Chi Minh, la mujer de la agencia nos había dicho que el viaje eran unas 5 horas pero terminó siendo como de 7, nos queríamos matar, íbamos todos apretados y éramos los únicos turistas entre 15 vietnamitas que no hablaban nada de inglés, la verdad que fue el peor viaje que hemos hecho hasta ahora, pero ya pasó y estamos en Ho Chi Minh al fin.

En el día de ayer, hicimos un tour por el Delta del Mekong, a lo Apocalypse Now (Arri, le dimos tus saludos al Coronel Kurtz y sacrificó a un buey en tu honor).
Empezamos a navegar el Mekong en una barcaza que a pocos metros de llegar al muelle se rompió, pero una camboyana vino a nuestro rescate y con su barquito nos alcanzó hasta la orilla. Luego nos adentramos por medio de unos pequeños caminos hacia una aldea en donde nos dieron té con miel y polen, hecho por ellos mismos, y un mix de frutas tropicales; mientras degustábamos estas cosas (entre abejas y un hombre que se paseaba con una pitón sobre sus hombros), unas mujeres cantaban canciones lugareñas al son de unas curiosas cuerdas. Más tarde, un carrito empujado por un pequeño caballo, nos trasladó a nosotros dos más a otra pareja de holandeses y otra de franceses, hasta una fábrica local de caramelos de coco. Nuestro tour terminó en un restaurante en el medio de esa “selva” en donde se podía comer desde serpientes hasta tortugas, nosotros comimos mono al escabeche…jaja (mentira).
La parte negativa fue que casi todo el tiempo estuvimos bajo lluvia lo que nos impidió bastante para sacar fotos, igual hay algunas.

En la ciudad encontramos un buen lugar para comer llamado “Capuccino” en el que hacían unas pizzas deliciosas y también una comida típica de acá, langostinos envueltos en una cuerdita de papa frita (debo el nombre en vietnamita pero para los que van a venir en inglés es potato shrimps).

También queremos contarles que en cada ciudad que hemos estado, cuando nos preguntan: “Where are you from?”, y decimos: “Uruguay”, en seguida nos dicen: “Oh, good football, Diego Forlan”…así que arriba el futbol uruguayo que es lo que nos representa afuera.

Van fotos.







Forrados en pilots por la lluvia que había, más capas que una cebolla.
Las mujeres que pasaban remando los barquitos a los costados, nos decian, "give money", acá todos tratan de sacarte algún peso.

La fábrica de caramelos de coco, no eran muy ricos y después de ver la amasada que le hacian en esa fabriquilla en el medio de la selva, menos te comés uno, igual llevamos de regalo para que prueben...jaja.
La amasada del caramelo, interesante igual.
El guia, siempre andaba como apurado por la lluvia.